Warren Buffett es uno de los grandes inversionistas del mundo, con un patrimonio de USD 135.8 miles de millones. Sus inversiones comenzaron a los 11 años, cuando adquirió su primera acción de Cities Service Preferred por USD 38, una compañía de gas natural fundada en 1910, que ya no existe. A sus 20 años ya tenía un patrimonio de USD 9.800 (unos USD180.000 en la actualidad), lo que le permitió seguir invirtiendo para disfrutar las bondades del interés compuesto, lo que explicaremos a lo largo de este texto.
Buffett tiene dos rasgos que le han permitido ser uno de los grandes inversores del mundo: paciencia ante escenarios catastróficos que ocurren cada cierto tiempo, y eso le ha ayudado a mantener la calma en fluctuaciones de sus inversiones. Otro rasgo que lo caracteriza es mantener una vida un tanto austera, ya que vive en la misma casa que adquirió en 1958 por USD 31.500 en esa época, y la que aún habita en Omaha, Nebraska. Esta forma de vida donde este magnate se mantiene por debajo de sus ingresos, permite seguir creciendo en rentabilidad y seguir invirtiendo ese mismo dinero en el tiempo para buscar el incremento de patrimonio, y Buffett es el mejor ejemplo de ello.
El interés compuesto es el que ganas sobre tus ahorros y se suma a la rentabilidad proyectada que ya has ganado y se va acumulando en el tiempo. Podrías imaginar una bola de nieve que va rodando y entre más rueda, más grande se hace. Si se mantiene el clima de invierno -es decir, las condiciones de rentabilidad en el tiempo-, esa bola solo se haría más grande, como la fortuna de Buffett. Entonces el interés compuesto, si lo vemos a modo de ejemplo, es invertir $1.000 con una rentabilidad aproximada del 8%, en la que habrás ganado $80, dándote $1.080 y decides reinvertir ese monto a más años, por lo que la rentabilidad se acumula en el tiempo.
El interés compuesto no es magia, solo se necesita tener paciencia y objetivos de construir patrimonio, que nos permitan ir cumpliendo sueños mientras esa rentabilidad estimada se va tangibilizando y seguir invirtiendo. Entonces, para obtener las bondades del interés compuesto es necesario:
Hay productos que te ofrecen desde un monto pequeño mensual para construir tu capital, lo que es bueno. Sin embargo, recuerda que el interés compuesto gana rentabilidad sobre ese monto, y si desde el inicio colocas $100, $1.000 o $10.000, según tus posibilidades, ese monto escalará mejor.
No hables de tasas sino de rentabilidad estimada: el mercado no siempre es el mismo y las tasas no pueden asegurarse en el tiempo, porque dependen de la liquidez del sistema financiero. Así que estar cazando mejores tasas para poner tu dinero, es una actividad desgastante, por lo que es mejor invertir en un instrumento financiero de rentabilidad estimada e ir viendo cómo ese monto que colocaste en el tiempo da frutos, gracias a tu visión y paciencia.
Una característica vital del buen inversor, como nos enseñó Warren Buffett. La clave para sacar ventaja del interés compuesto es la paciencia. Ninguna ganancia extraordinaria llega de forma fácil o rápida, o al menos no sería sostenible a largo plazo. El interés compuesto se trata de seguir ganando rentabilidad sobre la ganancia proyectada y no sacar parte del capital, porque eso afecta ese rendimiento esperado.
Recordemos que el interés compuesto significa ganar sobre lo que tienes invertido y reinvertirlo en el tiempo para seguir engrosando ese capital para tener una rentabilidad proyectada en el tiempo, que no para de crecer.
No todos los actores en inversiones trabajan sobre el interés compuesto. Sin embargo, en Ecuador, puedes acceder de varias formas a invertir con interés compuesto, de forma legal y segura, por ejemplo, en Fideval, una empresa con 30 años de experiencia en el mercado y más de USD 322 millones administrados en fondos de inversión.
El futuro es incierto, pero tenemos la certeza que: La capacidad de hacer lo que queramos, con quien queramos, durante el tiempo que queramos, no tiene precio. Es el dividendo más alto que paga el dinero, como explica el autor Morgan Housel en su libro Psicología del Dinero.
Eso se logra asegurando tu futuro financiero con esfuerzo y planes a largo plazo para aprovechar el interés compuesto, para tener ese retiro que tanto deseamos con tiempo libre para disfrutar.
Justamente ese disfrute lo conoce Buffett quien, a sus 93 años, viviendo en su casa de 610 metros cuadrados con cinco dormitorios, tres baños y jardín en Omaha, Nebraska. Pero la historia de este inversor no sería la misma si no existiera Berkshire Hathaway. En 1962, 4 años después de comprar su casa, Buffett adquirió una empresa textil llamada Berkshire Hathaway por $7.500. Con el tiempo la transformó en un holding con inversiones como Coca Cola, American Express y Apple. Hoy esta antigua textilera tiene un valor de mercado que supera los $700 mil millones, y más del 70% de ese crecimiento ha sido fruto del interés compuesto.
El interés compuesto es el aliado en el tiempo para que nuestro patrimonio crezca y recibir, por el esfuerzo de paciencia, un monto decente para eso que soñamos: comprar una casa, esa maestría que hemos soñado por mucho tiempo o un retiro digno para viajar por el mundo o vivir una vida acomodada junto a la familia y amigos.